miércoles, 24 de febrero de 2010

EL PASEO MATINAL


Ella piensa que él no sufre en esta vida, por que ni come,
ni duerme, ni trabaja. Siempre esta igual por que es un maniquí.
Sin émbargo, a ella le ocurre todo lo contrario,
pasa muchas necesidades
porque es una mendiga.Todos los días se dirige a buscar trabajo o a un albergue para comer.Una mañana miró el escaparate
y se dio cuenta que el maniquí no estaba.
Se le cayeron dos lágrimas y
la tristeza se reflejó en su cara, porque poco a poco, sin darse cuenta,
se había enamorado del maniquí y con tan solo verlo, se sentía feliz.
Al doblar la esquina se encontró con el maniquí, había cobrado vida. Ella se puso muy contenta y al verse, los dos se abrazarón.
El maniquí le dijo:
- No te preocupes, pues no vas a pasar mas necesidades mientras que estés conmigo.
Al poco tiempo los dos se casaron y vivieron muy felices.

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